jueves, noviembre 22, 2007

Música de fondo

¿Llegará algún día ese día donde la música suave murmure en los silencios disfrazada de sonrisa? La sola espera arquea mis labios… ¿cuándo adornará los momentos como sólo una mano sabe adornar otra?

La imagino a veces acariciando mis párpados en su renuncia desganada al día, o consolando la evidencia de alguna verdad. Si llegara, sabrá ser más que anillo fino y brillará invisiblemente en embriagante compañía del instante vivido, compartiendo cualquier cosa tiñéndola de precisa, preciosa.



Murmura sutil, no espero, las manos lo siguen siendo aún en la desnudez.

miércoles, noviembre 07, 2007

Quema

Y cuando nuestras manos ya no se puedan tomar, nuestro amor será más que manos. Y cuando mi memoria comience a olvidar los lunares de tu piel, estaremos más cerca que nunca. Y cuando la angustia se apodere de nosotros por el tener que frustrar un nuevo beso, encontraremos alivio en la existencia de tal angustia. Basta que exista. Existe ese beso nuevo y lo guarda Allah, y nuestra piel fría espera tomándose más allá de las manos, espera aliviada en angustia y en este frío intenso donde antes nos regalábamos tanto calor…

Y cuando todo eso suceda, recuerda que el hielo también quema. Allah se puede llevar el fuego, pero nos seguiremos quemando en la distancia tan cercana de un amor nevado, que es hermoso porque no necesita manifestarse para tener la certeza de ser real, intensamente va quemándonos desde el frío del abrazo no dado, y las cicatrices en mi piel son tu nombre; no necesitas escribirlo con las manos, porque somos más que manos, somos quienes esperan para que el amor sea más que amor… que sea vida con sabor a dos.

viernes, noviembre 02, 2007

Buenos Aires, I

No conozco Buenos Aires. Es como una especie de cuento de gángsters para mí... de esos que se inspiran en algo real y luego se deforman y magnifican y trascienden y son perfectos...

No conozco Buenos Aires, pero me suena a media luz, blanco y negro, secreto, un tibio calor, siempre envuelto en humo de cigarro con un leve olor a alcohol... vino preferentemente... No sé por qué.

No conozco Buenos Aires... pero me gusta imaginarmelo así, pensar que vives en una especie de película antigua donde los sentimientos son más intensos -aunque de los mismos temas de siempre-, donde las palabras son rebuscadas y las meditaciones profundas...

No conozco Buenos Aires... pero me inventé uno.