jueves, agosto 21, 2008

Como una pesadilla

Era una noche que empezaba sin parecer precederle un día. Y eran mis ojos sobrevivientes de un húmedo descontrol, con graves secuelas para sus proporciones. Era un amor y millones de detallados sueños, pero era una voz que se había robado la del protagonista de todos ellos; tiene que haber sido eso… porque dijo cosas terribles.

Eran palabras nuevas en la boca que tanta dulzura me dio, aseveraciones a mi mente impensadas, desgarradoras puñaladas. Era una pesadilla, pensé, y no esquivé los golpes, asumiendo que la sangre era un producto de mi imaginación. Era horrible. Y fue peor. Porque mi propia voz me fue alquilada, a cambio del regocijo amargo de la venganza; tiene que haber sido eso… porque dije cosas terribles.

Éramos los que se amaron tanto, poseídos por un espíritu maligno, desesperados, haciendo daño, echando a la basura años. Era el fin.

Todo era como una horrible pesadilla. Pero ya desperté. Ya desperté.

sábado, agosto 09, 2008

Dicen que Dios es amor

Con un suspiro ahogado reprimo en un pecho vacío mi angustia, y me someto al capricho irónico del amor... o de tus designios, mientras él se somete a ti.

Dicen que eres amor, y mi amor lo aleja de seguirte hasta el cielo eterno. De pronto, perdí mi nombre y me transformé en Pecado, Tentanción para un hombre débil. Y yo feliz renuncio a mi nombre, mas no a su mano, y entonces lo llenas de culpa y se siente manco.


Misericordioso, déjame amarlo,
yo no puedo prometerle el paraíso ni el perdón de todo lo malo,
sólo un beso y un abrazo,
y tiembla de nuevo mi pecho mientras él deja ir mi mano,
y ya casi no respiro mientras se acerca a tu sendero iluminado,
no le alcanza la luz de mis ojos pardos,
y me quedo aquí, sola, con mi amor por él estorbando,
Dios mío, ¿por qué llenas el amor de requisitos y obstáculos?
Dios mío, ¿por qué no podemos abrazarnos sin ser condenados?
Dios mío, ¿en qué momento me volví un pecado?