lunes, febrero 08, 2010

Miré a mi alrededor

Miré a mi alrededor y no vi a nadie que me esperara. Miré al pasado y vi a todos los que fueron mis amores, enamorados. Miro al futuro y no veo cómo las cosas podrían cambiar... Me siento tan sola. Las amigas me alegran la cara, pero no el corazón; este corazón que tengo vacío, descolorido, entregué todo cuanto albergaba a los que me tomaron la mano con una promesa y una ilusión, todo, tanto, que ya no le quedan ni latidos ni color...

¿Será que gusto tanto del amor pero no sé amar? ¿Será que mi cariño es amargo? Porque yo los quise tanto, y todos se fueron a otros brazos, a otras caricias mejores tal vez... serán más felices con ellas tal vez... pero yo los quise tanto... y fueron míos, durmieron en mi regazo, los cuidé como al tesoro más preciado, dijeron que me querían tanto, y no pude retenerlos, se me escaparon entre los dedos, se fueron, me dejaron...


Extraño amar, me duele este corazón vacío, que de vacío ni duele, pero que echa de menos amar. Mas miro a mi alrededor y todos los corazones están emparejados, y los que podría anhelar no deparan en mi voz. Miro al pasado y todos los que fueron mis enamorados no quieren una segunda oportunidad. Miro al futuro y todo lo que veo es soledad... me siento tan sola... Tan sola que cierro los ojos para no ver más, no ver lo que no tengo, no ver lo que perdí, no ver lo inalcanzable y no verme la cara cruzada de llagas aguadas, no verme las manos impotentes que tienen tanto amor que entregar y que nadie quiere. Siento que se me va a podrir el corazón de tanto amor sin nombre, como agua estancada que se pone verde al no poder entregarse al río, al mar... Me ahogo en el estanque de mi pecho y me sentencio a la ceguera, porque estoy tan sola, y duele más porque no siempre lo estuve, porque cada beso fue un paso en el camino, porque nadie tomó mis labios como último destino…


Miro a mi alrededor y no hay nadie que busque mi proximidad. Miro al pasado y no hay nadie que espere mi retorno. Miro al futuro y no hay nada, porque mis aguas no fluyen, porque nadie querrá beber aguas envenenadas…