martes, octubre 15, 2019

Hace falta


Hace falta salir,

rodearse de gente buena,

de gente que sueña,

de los que te hacen reír,

y de quienes se ríen de las bromas que cuentas.



Hace falta vivir nuevas experiencias,

escuchar otros acentos y leer poemas.



Hace falta volver a creer a pesar del dolor,

y tener la valentía de arriesgarse por amor,

o por la pura posibilidad que provoca una sonrisa recíproca.



Hace falta permitir que te toquen el corazón,

llorar de emoción,

sonreír ante la propia locura sin sentirse ridícula.



Hace falta dejar de cuidarse,

perderle el miedo al error

y temerle a la precaución,

porque es más terrible perderse las alegrías

que exponerse a las penas.



Y es que yo prefiero un corazón roto aunque duela,

que uno incólume pero vacío y sin huellas.

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