La tenue luz de la calle, que intrusa se asoma por la ventana, a penas te acaricia la espalda. La habitación en penumbras y tus dedos ciegos dan a luz una melodía que llevará mi nombre.
Yo te observo, y me dejo amar por el piano que toca toda la piel de mi cuerpo con su música, mientras el tuyo se mueve involuntariamente para crear, para dirigir solemne diez soldados con órdenes estrictas de consentirme. O eso quiero creer…
La tenue luz a penas te acaricia la espalda, pero yo no logro verte titubear. Tus manos se deslizan por terreno conocido, logrando el sonido deseado a oscuras, sin errar, casi molestándote cualquier atisbo de luminosidad, a punto de gritarle a la tenue que no te toque más.
Yo tampoco necesito ver para la certeza inequívoca de lo deseado, pero sí para osar la cercanía en un movimiento, somos un nosotros y al mismo tiempo, terreno desconocido, país extranjero, ajenos… Tus manos jamás me harán canción, las mías nunca te harán poema.
La tenue luz a penas te acaricia la espalda, el piano me acaricia toda y yo no logro tu caricia. Es evidente en plena oscuridad. Sigue tocando esas teclas, amanecerá igual.
Yo te observo, y me dejo amar por el piano que toca toda la piel de mi cuerpo con su música, mientras el tuyo se mueve involuntariamente para crear, para dirigir solemne diez soldados con órdenes estrictas de consentirme. O eso quiero creer…
La tenue luz a penas te acaricia la espalda, pero yo no logro verte titubear. Tus manos se deslizan por terreno conocido, logrando el sonido deseado a oscuras, sin errar, casi molestándote cualquier atisbo de luminosidad, a punto de gritarle a la tenue que no te toque más.
Yo tampoco necesito ver para la certeza inequívoca de lo deseado, pero sí para osar la cercanía en un movimiento, somos un nosotros y al mismo tiempo, terreno desconocido, país extranjero, ajenos… Tus manos jamás me harán canción, las mías nunca te harán poema.
La tenue luz a penas te acaricia la espalda, el piano me acaricia toda y yo no logro tu caricia. Es evidente en plena oscuridad. Sigue tocando esas teclas, amanecerá igual.
5 comentarios:
La tenue luz hace ver tu rostro mas hermoso amiga, la tenue luz me avisa que siempre aunque tenue, hay una luz, te quiero mucho! lo sabes cierto?
Cabalgatas al amanecer. Infiernos apagados y vueltos satisfacción. Una mañana en el lago, un lago en el iris. Una cabalgata al amanecer.
En el bosque, esa no era la dirección.
Eres una mimada...
Una adicta..
Que no deja de disfrutarlo..
Que no se cansara de tenerlo..
Que incluso lo hace poema..
Espero no te falte quien sea experto en mimarte..
Es facil aprender a mimarte..
Es dificil dejar de hacerlo..
Un piano puede expresar muchas cosas, y la música uff.. ¿qué no puede expresar?.
Creo que lo tenue de la luz oculta mensajes, hechos que no quieren ser reconocidos, o el anuncio de que algo lentamente se apaga. Tus palabras ocultan la belleza de un amor dificil, de algo que inconforme te ha dejado, pero que te ha hecho aún más fuerte de lo que eres.
Como una vez lo dije, deja de buscar bajo cada hoja caída, confórmate con vivir tu vida en soledad por un tiempo, ya llegará el día en el que en vez de buscar, serás econtrada.
Eres maravillosa mujer, y tal vez ese brillo intenso que emanan tus ojos y tus palabras, atemoriza a quienes se han aventurado a recorrerte con sus caricias, o quizás simplemente aún no llega el hombre que podrá liberar todo ese resplandor sin quedar cegado por él.
Deja de buscar amiga mia, vive y sin que te des cuenta, todo llegará.
Un abrazo,
El Trovador Extraviado.
Gracias mi querido Trovador amigo.
¿Será que mis ojos brillan?
¿Será que lo he cegado?
¿Será que llegue el hombre de pupilas fuertes?
En fin... ¡será!
Yo me quedo aquí, exhibiéndome, tienes razón, no voy a buscar más, y cual extravagante princesa en torre, esperaré que llegue un hombre normal, de pupilas fuertes, que no me venga a salvar, que simplemente se encuentre conmigo y se quiera quedar...
Besos tibios, gracias a todos los que me regalan un fragmento de su vida posteando.
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