Para cuando vuelvas quedan guardadas cada una de nuestras fotos en un cajón chico,
y con ellas todos los besos que les di en tu ausencia.
Y cuando vuelvas volveré a dormir con el peluche tibio
que me regalaste un día de sorpresas.
Para cuando vuelvas reservo el último suspiro de mi perfume fino
y no compraré otro para que no confundas mi cuello.
Para cuando vuelvas mi mejor vestido
y los aros de plata que me obsequiaste un catorce de febrero.
La sinceridad de mis gemidos
quedará reservada para cuando vuelvas,
y sólo entonces amor y placer sonarán como una única palabra.
Mi cuerpo será sometido a la escasez y a la fuerza, a riguroso masoquismo,
para estar bella para cuando vuelvas,
vuelvas a casa.
Para cuando vuelvas dejaré las visitas a todos los lugares bonitos e interesantes,
mientras tantos mis pies me llevarán solo a los que sean imperantes,
¡la rutina una forma de vida!,
y la sorpresa de tu retorno la esperanza de mi monotonía.
Callaré mis miedos y pausaré mis sueños,
pero seguiré viviendo
para estar aquí para cuando vuelvas;
y entonces te lo contaré todo,
la boca que hoy miente estar bien te confesará a gritos locos
que tuvo pánico a la soledad y a lo irreversible de tu decisión,
y que me prohibí llorar cada lágrima
para cuando vuelvas liberarlas todas en tu abrazo arrimada.
No he botado el boleto del cine
ni el vaso de dulce de leche cream,
porque aún bebo de su recuerdo,
y reemplazo por silencio los improperios
que te mereces por tirar nuestro amor por el suelo
y los convertiré en hermosos versos
que recitaré en tu oído cuando vuelvas.
Para cuando vuelvas escribo estas líneas,
para que cuando estemos juntos las leas y te rías.
Y si nunca vuelves, al menos quedará este texto,
testimonio de cuánto te quiero,
y la belleza redactada de cómo en esta espera ingenua, tonta esperanza, me muero.
10 comentarios:
Siempre me sorprendes tu
Es precioso lo que has escrito
Besitos de miel.
Bello, como todo lo que escribes.
Sincero, como todo lo que piensas.
Triste, como muchas de tus letras.
Querida exhibicionista, no me canso de repetir cuánto me gustan tus versos, cuánto me agrada tu forma de mostrar totalmente desnuda tu alma, espero llegue a volver aquel a quien escribes, como también espero que pueda llegar alguien que no cometa el error de abandonarte, de tirar todo ese amor al suelo.
Creo saber qué tratas de decir en este texto. Yo tengo uno similar y las razones de él son exactamente las mismas que las que tu texto tiene.
Beijos.
Santiago.
Es agradable saber que no soy sólo yo la que siente así...
... la buena noticia es que ese sentimiento ya no existe...
... y sólo por eso ahora me atreví a subir este texto.
Besos tibios.
Soy mujer, soy virgo... vivo en la Reina y estudio Ingeniería Comercial...
y aparte de todas esas coincidencias, tus palabras parecen haber sido escritas para mí...
es la misma situación que estoy viviendo.
Más encima, con la música de fondo (muy buen aporte para leer palabras nostálgicas) he estado a punto de derramar las lágrimas que me he aguantado desde que él, mi él, se fue.
Cuático.
Me encantó lo que escribiste, me dio penita eso sí, pero me reflejó absolutamente.
Saludos y fuerza ;)
N.
Demore en volver a tener ganas de saber algo de ti. Pero, te conozco tanto..
Que imagine que entrando en tu blog, tal vez podria encontrar algo que me dijera como estas, que sientes..
Creo, que no me equivoque..
Es lejos lo más hermoso que he leido.. y he leido mucho de lo que has escrito...
Estoy Bien.. y tu tambien lo estas..
La desestructuración del yo en base a la ausencia y esa espera eterna que coarta la existencia están muy bien reflejadas.
Lo bueno es que siempre volvemos a nosotros, a nuestro propio eje, a nuestra propia y única existencia.
pregunta trillada, pero siempre aplica...
que hay en la cima del everest??
por qué va ahi la gente??
Te quiero y lo tienes claro,
Manu
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