martes, septiembre 04, 2007

Por la duda

No va a venir. Nunca vienen. Después de dar la espalda y abandonar indignada la habitación, una siempre espera sentir ojos en el cuello, pasos acelerados tras los propios, en cualquier segundo una mano en el hombro que te obligue a suspender el alejamiento… pero no vienen. Nunca los ojos, nunca los pasos, nunca la mano, cualquier mano… por favor… porque no era indignación ni desesperación por alejarse, era simplemente una súplica muda de la más mínima muestra de anhelo por mi presencia junto a la tuya… ¡¿Es que no entiendes?! Tu mano no tendría que obligarme, el más leve roce y yo volvería a tus brazos, ¡porque nunca quise abandonarlos! No obstante, tenía que saber si a ti te importaría que los abandonara…

Pero no va a venir. Ya salí de la casa, ya caminé lentamente hasta el paradero, ya dejé pasar tres micros que me llevarían a mi destino… ya me habría alcanzado si hubiese querido…

No va a venir. Nunca vienen. De ahora en adelante creo que viviré con la duda de la importancia brindada por brazos ajenos a los míos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo nuestro es diferente! la mano, los ojos o el abrazo siempre ha llegado. Solo espero, que sea asi siempre.. y que de vuelta sea asi tb. Hasta ahora.. siempre lo ha sido, y es mutuo! Te amo.

Munhti dijo...

Devuélvete.

La duda carcome demasiado, vuelve si quieres, pregúntale a su cara. Y sonríe.

Kuhane dijo...

Nunca vuelven, es más nunca se abisman ni se avientan, y eso de ser honesta con uno misma no sirve, si se trata de doblar el brazo (asimisma) la falta, la grave falta de amarse menos cuando en un instante errático, taciturno ... herido... desmembrado, podemos sacar conjeturas fidedignas, pero que se apagan, porque muchas veces preferimos creer ... entre dientes creer ... enarbolar esperanzas ...

Me mato esto ... en el momento justo, las palabras justas ...

Tú comentario en mi blog ... dios, como decirlo .... me desarmo, es lindo contar con mundos como tus sílabas entre mis puzzles ...

Beso gigante.