Camino por la ciudad, y su brisa tibia me acompaña. Todo me sorprende y me parece hermoso, como una galería de arte, donde contemplo las pinturas con admiración aunque sin entender completamente su significado.
La ciudad está llena de bellos cuadros móviles, y su estética es la realidad, que me desconcierta, como si mi caminar no formara parte de ella y mis pasos flotaran sin intervenir nada de lo que observo en silencio.
Floto en la vida, mi camino es difuso ahora que cerré otra puerta. Otra puerta que logré adornar con laureles cuyo aroma no puedo percibir. Pensé que la alegría sería mayor...
Ya aprendí a leer, ya aprendí a ser profesional, dos puertas cerradas de instituciones que diseñó la sociedad para preparar a sus habitantes para la vida. Aprobé con distinción, estudié tantas horas, amargas noches en vela, cumplí con todo lo sugerido y lo impuesto; pero no me siento preparada... y floto por la ciudad que juega con mi pelo y tiñe mi piel color sol. Es la transición en búsqueda de otro edificio, de una nueva institución, una puerta más, ahora toca aprender a trabajar...
¿Es la vida una serie de puertas? ¿Somos todos caminantes incesantes? ¿O soy sólo yo la que no pertenece a ningún lugar, la que siempre está de paso?
Mi vida está en pausa, esperando que alguien realice esa llamada y ponga play otra vez para llevarme de vuelta a la realidad, suspendiendo mi flotar, con una nueva canción, ¿cuál será el estilo musical en esta oportunidad?
1 comentario:
Yo tampoco me siento preparada...
pdt: yo creo que los que nos llaman "cursis" lo hacen por simple envidia, porque ellos tienen miedo a expresar lo que sienten...
Un abrazo desde otro mundo! ^^
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